Somos lo que comemos

Como siempre te cuento, mi vida cambió desde que tuve cáncer de mama. Después de completar el tratamiento, ajusté mi alimentación y estilo de vida, descubriendo el mundo de los...

Actualizado en  
Somos lo que comemos

Como siempre te cuento, mi vida cambió desde que tuve cáncer de mama. Después de completar el tratamiento, ajusté mi alimentación y estilo de vida, descubriendo el mundo de los jugos verdes, que no siempre son tan verdes. Ya sé, estarás pensando que exagero. ¡No! Nunca imaginé las oportunidades que este nuevo mundo vegetal y los electrodomésticos tenían para ofrecerme. ¡Y para ti también! La ingesta de frutas y verduras se asocia con la reducción de la inflamación corporal, el estrés, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer; también con la pérdida de peso y un mejor funcionamiento del sistema inmunológico.

Dos terceras partes de nuestro sistema inmunológico residen en nuestros intestinos, así que ¡imagínate! Lamentablemente, el mercado alimenticio, respaldado por su poder de comunicación masiva, ofrece cada día más opciones no saludables para consumir. ¡No es lo mismo lo que comes! SOMOS LO QUE COMEMOS. ¡Ya no sé cómo decirlo para que me entiendas!

¿Quieres brillar por fuera y por dentro? ¿Quieres ser tu mejor versión, funcionar a tu máximo potencial? ¿Quieres estar sana y rebosante de energía?

Bueno, cambia tu forma de alimentarte y verás cómo todo mejora. Y si estás enferma, es aún más importante que cambies tu dieta. Aunque te digan que comas lo que quieras, no es el momento de seguir sobrecargando a tu querido y único cuerpo. Cada día más personas me escriben contándome lo felices que se sienten y cómo les cambió la vida esta forma de nutrirse, en todos los sentidos. ¡No es solo lo que comes! Nos nutrimos de todo lo que entra por los sentidos; es muy importante que te quede claro. Lo que vemos, lo que escuchamos, lo que sentimos, lo que comemos, lo que olemos, lo que pensamos, lo que decimos son todas cosas que de una u otra forma debemos "digerir" y que, en definitiva, sostienen o modifican nuestro estado, nuestra forma de estar en el mundo. Me cuesta creer que tanta gente siga consumiendo comida chatarra o ultraprocesada cuando se sabe que los índices de cáncer son muy elevados, la diabetes, la obesidad y los problemas coronarios son causas de muerte a diario.

¿¡Qué nos pasa!? ¿¡Por qué no lo queremos ver!? Recién cuando nos enfermamos, algunos, nos asustamos y en ese momento nos entra la prisa por cambiar todo de golpe. Nuestro templo, es decir, el cuerpo que alberga tu alma y que está genialmente diseñado para sanar, cuando se enferma pone a funcionar todos sus sistemas de sanación. Pero a veces no puede con tanto daño que le causamos. ¡No esperes a que llegue ese momento! Ahora, si ya estás enferma, es muy importante que sepas el papel fundamental que tiene la alimentación para que estés mejor. En el caso del cáncer, ya está demostrado que los hábitos de vida saludable, que incluyen una dieta sana, el peso adecuado, el ejercicio físico periódico y la meditación, disminuyen la agresividad de ciertos tumores y las recidivas en algunos pacientes.

Debo haber sido un pájaro carpintero en otra vida, porque me encanta insistir en la importancia de una buena alimentación. Me encanta este nuevo rol de maestra que motiva a ser más felices, a vivir una vida más plena y saludable.

Sé que en la vida de la mayoría no hay tiempo para lavar tantos vegetales, cortarlos y guardarlos. También sé que a veces se tiene poca ganas de cocinar y el delivery de pizza te salva cuando llegas agotada o no tienes ganas. Pero si empiezas a poner empeño en hacer cambios para ti, no estarás tan agotada cuando llegues a casa o te acuestes por la noche. Yo tengo energía para regalar. ¡Más que la que tenía a los veinte!

¡El mundo de los elixires verdes es sorprendente! Una de mis editoras, María Elvira, me pide que te explique por qué los llamo elixires. ¡Son pociones mágicas! Difícilmente me sienta cansada y eso se lo atribuyo a estos líquidos saludables, a mi dieta sin animales, lácteos, azúcar refinada, harina ni alimentos procesados. Son tan poderosos que no me enfermo más. No me resfrío, no me gripo, no tengo problemas estomacales. ¡Estoy bien!

Si leíste "Así me cuido yo", sabrás cuáles son "los chau". Bueno, mi dieta sin "los chau" me hace sentir llena de energía y bienestar. Ahora los remedios los encuentro en mi cocina, en mi nevera, en mis alacenas. ¡Tú puedes hacer lo mismo que yo! Para eso, debes eliminar al enemigo de tu cocina. Ya hablamos de esto en el libro anterior, pero aquí te lo refrescaré. Entiendo cuando me dices que hay cosas que son más caras, que no las encuentras fácilmente o que no te parecen tan sabrosas. Por un lado, te aseguro que lo que no pagues ahora te costará mucho más después en remedios y tiempo en los médicos; y, por otro lado, es cuestión de cambiar de mentalidad. ¿Has notado que ahora hay una tienda naturista en cada esquina? ¿O el kale, que hace un año ni sabíamos qué era y ahora te lo vende tu amigo verdulero?

A más demanda, más oferta. Es cierto que los productos orgánicos son más caros, pero, como siempre respondo, si ahorras en ciertos alimentos no saludables y caros, puedes comprar orgánico. Además, sabiendo lo valiosos que son nutricionalmente los productos orgánicos, ya no te parecerán tan caros. Respecto a los sabores a los que estamos acostumbrados, te cuento que como parte del proceso, tu paladar irá aprendiendo a disfrutar otros nuevos, más sofisticados y sabrosos, y ya no tolerarás cosas tan dulces ni tan saladas, porque tus papilas gustativas se sensibilizarán. Para mí, es cuestión de prioridades, conciencia, educación, actitud y creatividad.

Si no tienes, no te preocupes, a mí me sobra y la comparto encantada. En este nuevo libro encontrarás muchas ideas, recetas, soluciones, alternativas y, sobre todo, pasión. Comparto mi pasión para que te apasiones contigo misma. Yo lo logré y estoy convencida de que mi manera de comer influye, y mucho, en mi forma de apasionarme.

Ya está comprobado que nuestro microbioma (bacterias, virus y hongos, microorganismos que viven en nuestro intestino) se comunica directamente con nuestro cerebro. De hecho, el 90% de la serotonina, sustancia responsable de mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo, se produce en el intestino. ¡Mira si el cerebro y el intestino no están relacionados! ¡Mira si no será importante lo que te llevas a la boca! No sé si sabes lo bien que se siente comer de manera consciente, porque no te conozco y no tengo idea si alguna vez lo has probado. ¡Este es tu momento! ¡Ahora!

Te propongo que te sumes al cambio de paradigma, que abras los sentidos a sabores nuevos. ¡El mundo vegetal es alucinante! Cuando recibo los vegetales y frutas orgánicas, no puedo creer lo prodigiosa que es la naturaleza. ¡Y nosotros matando tantos animalitos!

Un día, no muy lejano, todos los alimentos nocivos tendrán una etiqueta que informará sobre los efectos negativos de su consumo, como ya sucede en algunos países.

Un día, la humanidad consumirá más alimentos del reino vegetal y menos del reino animal. Un día, la humanidad estará más sana. Y yo, desde donde esté, me sentiré orgullosa. En paz, amor y jugo verde, conocerás muchos secretos sobre los nutrientes y superalimentos para que sepas cuáles son los adecuados para ti. También te cuento los entresijos de cada electrodoméstico que puedes usar, muchos consejos y trucos para que todo te salga más sabroso y fácil.

¡Aprovecha que yo ya me equivoqué hasta la arcada! Además, la diferencia entre jugo y licuado para que elijas lo que más te convenga. ¡O ambos! ¡Aquí encontrarás un montón de recetas para que te diviertas! Respondo las preguntas que me hacen habitualmente en las redes sociales y los testimonios del público que me escribe y confirma lo que te cuento. Por último, una dieta de tres días, muy sencilla, para que te desintoxiques si te apetece.

Y como bonus track, dado que la mayor parte de este libro la escribí en Nueva York, mientras Oscar filmaba una película, comparto mi diario íntimo de viaje contigo. Todo este libro está supervisado por Lucía Ricaurte, que ya apareció en mis libros anteriores con su enfoque espiritual y su condición de médica. También trabajamos en equipo con Laura Serna, mi nutricionista naturista, revisando toda la información que encontrarás.

Te cuento esto para que sepas que, como no soy médica ni nutricionista, trabajo con un equipo de profesionales de mi confianza que me asesora. ¡Nada de esta información es inventada! Ahora sí, quiero empezar a compartir contigo lo nuevo que aprendí desde la última vez que nos encontramos en mi libro anterior. Cuando digo "aprendí", me refiero a que lo incorporé, a que lo hago.

Prueba, cuestiónate, busca tu mejor medicina, tu mejor médico, tu mejor dieta, la mejor manera de estar en el mundo para dejar tu huella de amor y salud. Como ya te dije en varias oportunidades, si las cosas cambian, y en materia de alimentación cambian, te iré actualizando. Sumérgete en el mundo de los zumos verdes, licuados, leches vegetales, sopas y bowls. Te invito a que te enfoques en lo que quieres incorporar, no en lo que tienes que dejar. Donde concentramos nuestra atención, las cosas crecen. Si no quieres dejar ciertos alimentos por ahora, la propuesta es que incorpores a tu vida diaria los maravillosos elíxires verdes. Como siempre te digo: ¡comprométete contigo misma! ¡Sal de la zona de confort! ¡A brillar!

Publicado en  Actualizado en