El Trabajo Personal es aquello que te resulta desafiante. Es aquello que todavía no dominas, que te genera sufrimiento y que se interpone entre tú y la felicidad. Es la piedra en el zapato. No todos tenemos que aprender las mismas lecciones. Si visualizamos el crecimiento espiritual como una escalera, la pregunta clave es: ¿en qué escalón estoy hoy? y luego, ¿cuál es el próximo paso que debo dar? Debo aclararte que hay muchos escalones y, al igual que en el juego de la oca, a veces retrocedemos tres escalones o más. Tranquila. Estamos aquí para esto.
La vida cotidiana está repleta de trivialidades que nos afectan sin pensar en las consecuencias que pueden tener en nuestro organismo. Nuestra vida está llena de situaciones que complican nuestro día a día. Depende de nosotras decidir cómo lidiar con ello. ¡El Trabajo Personal es algo que hacemos todos los días! ¡Qué alegría me da saber que elijo enfrentarlo así! Se requiere un cambio significativo de conciencia para sanar. Todos podemos hacer el Trabajo Personal. Debemos apartarnos del rol de víctimas desde el cual "la vida es cruel y nos hace sufrir". En mi opinión, estoy en donde estoy porque en algún momento que no recuerdo, elegí a estos padres y las lecciones que aprendería, y para eso me suceden las cosas que me suceden. Tal vez esto te parezca extraño. En ese caso, aunque no creas en esto, puedes optar por pensar de esta manera para abandonar el papel de víctima y comenzar a empoderarte. Desde que elijo pensar así, experimento la vida desde un lugar muy diferente.
En mi experiencia, puedo decir que hasta que una no se canse de sí misma, de escucharse quejarse por las mismas cosas, de justificarse, no sale de la zona de confort y no puede realizar el Trabajo Personal. Cuando no puedas soportarlo más, comenzarás a cambiar. Existe una gran diferencia al ver el vaso medio lleno. Aprendí esto de mi mamá.
Como en Alicia en el País de las Maravillas, todos podemos usar nuestra imaginación para crear nuestro mundo, nuestro país de las maravillas. Todas podemos buscar la magia dentro de nosotras.
Todas somos magia. La vida es mágica. ¡No te la pierdas!
Ponte manos a la obra ahora. No te quedes solo con la lectura. Practica, practica; entrena, entrena.
