Cuando vuelvo a leer mi libro "Enfermé para Sanar", me impresiona recordar cuánto dolor sentí, cuánto sufrimiento atravesé. Pero sé que sin tanto dolor no podría estar como estoy ahora. Así que, si tuviera que volver a pasar por lo que pasé para ser la persona de hoy, lo haría.
Estos son mis consejos útiles que me fueron de gran ayuda para atravesar esta enfermedad:
- Para sanar, tienes que saber qué tienes, contra qué vas a trabajar. Pregunta todo. Aguanta el miedo que te da saber y pregunta. Tienes que atravesar el miedo.
- Rodéate de un buen equipo de médicos y sanadores.
- Busca hasta encontrar al médico que mejor te haga sentir. Pide más de una opinión.
- No te sientas mal por llamar a tus médicos todas las veces que necesites. No sientas que molestas. No tengas vergüenza. A mí me pasaba eso y ahora me doy cuenta de que, además de llevar el sufrimiento del tratamiento, me sumaba el peso de no molestarlos. Los médicos eligieron una profesión muy seria. No es tu problema si les molesta tu llamado. ¡Un cáncer no es una gripe! Y aunque sea una gripe…
- Arma una carpeta o bolsa o cajón con todos tus estudios y análisis para evitar el caos. ¡Ya bastante tienes con tu caos mental!
- Trata de hacerte todos tus controles por la mañana para no tener que estar todo el día haciendo ayuno en el caso de que te lo pidan. Y aprovecha esos tiempos de espera para leer un buen libro. Deja las redes sociales por un rato y aprovecha tu tiempo productivamente para seguir haciendo tu Trabajo Personal. Yo leía a Eckhart Tolle. También puedes llevarte tus auriculares y meditar.
- Trata de ir acompañado/a a las consultas médicas. Cuatro oídos escuchan más que dos. Y si vas sola, puedes grabarte la consulta. También lleva anotadas todas tus preguntas.
- Si tienes que estar internado/a, decora la habitación con algo que te dé alegría, flores, una foto, lo que te haga bien. Y nunca te olvides de tu música. Aprovecha lo que te está pasando. No te distraigas todo el día con la tele escuchando tonterías y viendo la vida de los demás. Métete dentro de la tuya a pleno.
- Escúchate y respétate todo. Estar enfermo/a nos da esta oportunidad. Con quién estar, adónde ir, con qué cosas de tu vida seguir y cuáles abandonar. ¡Es tu momento!
- La máscara de pepinos en la cara es extraordinaria para tener la piel divina y muy nutrida. Es una tontería, solo requiere voluntad y constancia. Se pela el pepino y se cortan rodajas muy finitas para que se adhieran. Consejo de mi amiga Graciela. Esto es para vernos mejor, a pesar de todo.
- Es un momento de mucha intoxicación por los remedios y los tratamientos: cuida lo que pones en tu piel y todo lo que llevas a tu boca y a tu vida.
- No te hagas la tintura... ya viste lo que me pasaba. Hoy me quedaría con las canas hasta terminar los tratamientos. Pero si no quieres, usa tintura sin amoníaco.
- La armonización energética es clave: tomar flores de Bach, hacer acupuntura, reiki, meditar, meditar, meditar.
- Lo ideal es comer orgánico todo lo que se pueda. Si no puedes, limpia bien tus vegetales y frutas: 20 minutos en remojo con vinagre. Lo que se puede se pela.
- Come poca grasa animal y de buena calidad (de pastura). Tu nutricionista especializado te dirá las cantidades.
- No consumas lácteos. El calcio se reemplaza con una cucharadita diaria de cáscara de huevo hecha polvo. Se hierve la cáscara del huevo y se deja secar. Después se hace polvo. También con muchas hojas verde oscuro, brócoli, almendras, semillas de amapola y sésamo (recién molidas). Para que tu calcio esté bien, también debes tener en cuenta tus niveles de vitamina D (más información en "Así me cuido yo").
- No comas azúcar. Solo la que viene en la fruta (consumir las de índice glucémico bajo). Usa stevia para endulzar porque es un edulcorante natural. Tampoco comas harinas. ¡Postres, chau!
- No consumas gaseosas ni nada con colorantes ni nada que lleve en la etiqueta palabras terminadas en «ante»: conservante, saborizante, etc. Toma agua, jugos, licuados. No alcohol.
- Lleva una dieta repleta de vegetales, frutas, brotes (soja no), cereales integrales, legumbres, semillas, alimentos naturales, grasas saludables... ¡y cocina en casa!
- Toma jugos verdes.
- Rodeate de todos los afectos que puedas y pide ayuda, colaboración, amor, contención. Para eso están los afectos. Los que no están, se la pierden. Es una buena oportunidad para dar y recibir amor. Para amar. ¡El amor mueve montañas y hace milagros!
- Sana tus heridas, perdona todo. Perdónate.
- Sabe que, como me dijo una amiga, es una larga temporada, pero en algún momento se termina.
Como me dijo Andrés Percivale, para todos los estudios y cosas feas que te vayan a hacer: canta y trata de recordar las letras. Es importante hacer foco en las letras. No hace falta hacerlo en voz alta. Ayuda mucho.
¡Practica yoga! El Kundalini es ideal. Kundalini es la energía de la conciencia, es la energía del cosmos dentro de nosotros. Es la emanación de nuestra infinidad. Nos armoniza el cuerpo y el alma.
Te comparto algunas de mis lecturas preferidas: "La rueda de la vida", de Elizabeth Kübler-Ross; "El poder del ahora" y "Una nueva tierra", de Eckhart Tolle; "La sabiduría de las emociones", del Dr. Norberto Levy; "Morir para ser yo", de Anita Moorjani; "La prueba del cielo", del Dr. Eben Alexander; "Ángeles en mi cabello", de Lorna Byrne; "Los cuatro acuerdos", de Miguel Ruiz; "Sanar es un viaje", del Dr. Carl Simonton; "El placebo eres tú" y "Deja de ser Tú", del Dr. Joe Dispenza; "La magia", de Rhonda Byrne. De todo esto hay material para ver en YouTube. Hay diez clases de Eckhart Tolle con Oprah Winfrey imperdibles. De Wayne Dyer, "El poder de la intención". De Louise Hay, "Usted puede sanar su vida" y todo lo que encuentres de Deepak Chopra.
También ve "Heal" en Netflix.
Tómate tu salud muy en serio. Ahora es tu gran emprendimiento. ¡Tu gran misión!
Ejercita la fortaleza. Como me dijo Oscar un día en el que yo estaba muy mal: "Amor, la vida te pide que seas fuerte". ¡Fuerzaaaaaaaaaaaa!
¡Paz, amor y jugo verde!