El caldo de huesos es una fuente extraordinaria de nutrientes como oligoelementos, gelatina, colágeno, cartílago, sulfato de condroitina, glucosamina y componentes de médula ósea. Estos elementos se presentan de manera que el cuerpo puede absorberlos y utilizarlos fácilmente. Sus propiedades son diversas y beneficiosas:
- Reducción del dolor articular e inflamación: Los sulfatos de condroitina, glucosamina y otros compuestos extraídos del cartílago y colágeno presentes en el caldo de huesos son efectivos para aliviar el dolor articular y reducir la inflamación.
- Promoción de huesos fuertes y saludables: El calcio, magnesio y otros oligoelementos desempeñan un papel vital en la formación de huesos saludables. Las fibrillas de colágeno son esenciales para la deposición mineral y la construcción de huesos fuertes y flexibles.
- Inhibición de infecciones: Estudios recientes indican que el cartílago abundante en el caldo de huesos refuerza el sistema inmunológico, actuando como un potente normalizador, modificador de respuestas biológicas, activador de macrófagos, agitador de linfocitos B y liberador del factor estimulante de colonias.
- Combate la inflamación: Los aminoácidos presentes, como la glicina, prolina y arginina, tienen efectos antiinflamatorios. La arginina ha demostrado propiedades beneficiosas en el tratamiento de la sepsis, mientras que la glicina contribuye a un sueño más reparador.
- Promoción de un crecimiento saludable de cabello y uñas: La gelatina presente en el caldo beneficia el crecimiento de cabello y uñas, y algunas mujeres afirman que ayuda a combatir la celulitis al mejorar la elasticidad del tejido conectivo.
- El aporte mineral proviene en gran medida de los vegetales utilizados en la preparación del caldo. La calidad de los huesos es fundamental para obtener un caldo gelatinoso y nutritivo, se recomienda utilizar huesos de animales criados de manera natural.
¿Cómo hacer un caldo de huesos?
La calidad de los huesos es esencial. Utilizar huesos de animales criados de manera natural, preferiblemente gelatinosos, como patas de pollo y huesos de articulaciones. La variedad de huesos y la adición de vinagre durante la cocción acidifican el medio, extrayendo así todos los nutrientes de los huesos.
¿Cómo usarlo?
El caldo de huesos puede tomarse diariamente como inicio de almuerzo o cena, agregándole miso para obtener beneficios bacterianos. También puede usarse como líquido base para sopas, guisos, salsas o hervir cereales, potenciando el sabor final del plato.
¿Cómo conservarlo?
Una vez hecho, puede conservarse colado en la heladera por aproximadamente 5 días o en el congelador por unos 2 meses.
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Con todo mi amor,
Marina.