► Se cocina todo a fuego lento.
► ¡Microondas, adiós! Si no planeas dejarlo, al menos… ¡nunca calientes nada en un recipiente de plástico por el bisfenol A! ¡Ni hablar de las mamaderas!
► Lo ideal es cocinar las verduras y todo lo que puedas al vapor. Ten en cuenta que si cocinas, por ejemplo, tus nutritivos brócolis en una cacerola con agua, es decir, hirviendo, puedes pensar que estás comiendo sano, pero no... los nutrientes se quedan en el agua. Utiliza una vaporera eléctrica o una cacerola que venga con un tipo de colador adjunto donde se coloquen las verduras y se cocinen con el vapor que sube del agua hirviendo. El agua no debe tocar los alimentos. Se cocinan durante poco tiempo.
► No olvides remojar las legumbres la noche anterior con un pedacito de alga kombu y una cucharada de vinagre de alcohol. Se cocinan más rápido, se vuelven más digeribles y además eliminan sustancias tóxicas y antinutrientes. Al cocinarlas, desecha el agua del remojo y pon agua limpia. Toda la espuma que generan mientras las cocinas la vas retirando con una espumadera o cuchara. Lo mismo vale para los cereales y granos. (Puedes encontrar videos en mi canal de Youtube)
► ¡Ah! Con el pedacito de alga kombu, cocinarás todas tus legumbres y granos. Ayuda a la digestión y mineraliza el agua. ¡Incorpora las algas a tu vida! ¡Son poderosas!
► Si decides seguir hirviendo tus verduras, no las pongas en el agua hasta que no esté en ebullición para que no estén tanto tiempo en agua y no pierdan todas sus vitaminas y minerales. Después tapas la olla.
► ¡Las semillas se deben consumir siempre recién molidas! Yo tengo un molinillo de café que utilizo para eso. Puede ser un mortero, lo que tengas. ¡Cuidado! que no te quede una pasta. Ni muy muy ni tan tan. También puedes activarlas: pon las semillas en un recipiente con agua y una cucharada de vinagre de alcohol durante unas horas (8 horas) y las conservas en la nevera durante 4/5 días. Las semillas de chía y las de lino se consumen con el líquido (mucílago). Son muy buenas si tienes problemas para ir al baño.
► Lamento decirte que los asados son muy ricos, pero la parrilla es muy tóxica. En la parrilla, todo lo que se pone negro, crujiente, quemadito, que a mi marido le encanta, ¡es veneno! Lo mismo que cualquier alimento que esté quemado como el pan, la tarta, lo que sea. Si ves que está quemado, no lo comas. Hace poco entendí por qué me daba acidez lo quemado. Mi cuerpo me avisa de todo. Usar papel de aluminio al horno o a la parrilla también es tóxico. Bolsas de hornear tampoco. Hay que hornear por debajo de los 180°.
► ¡Lo ahumado tampoco va más!
► Ahora además te cuento que nunca más manteca o margarina para freír, ni aceite que no sea de coco o de oliva de primera presión en frío. ¡Nunca guardes el aceite y lo vuelvas a usar!
► Para saltear te sugiero que uses el aceite de coco, que aunque tiene un sabor a coco al que tal vez no estamos acostumbrados, es lo mejor. Yo, cuando ya hice el salteado y apago el fuego, le agrego aceite de oliva o de sésamo para tapar el sabor del coco que no me gusta tanto. También hay que tener cuidado de que nada se te queme. Puedes ir agregando agua para que esto no pase.
El jugo de cítricos que te hagas por la mañana lo tienes que tomar antes de los tres minutos de exprimido. Las verduras de hoja verde se cortan con cuchillo de plástico, de cerámica o con la mano porque se oxidan. Más información acerca de los vegetales jugos y su forma de conservarlos en mi libro Paz, Amor y Jugo Verde.
¿Qué te pareció? ¡Cuéntame! Y al momento de cocinar, repasa tus hábitos y fíjate cómo te sientes después de comer.
Para obtener más información, puedes consultar mis libros "ASÍ ME CUIDO YO" y "PAZ AMOR Y JUGO VERDE".
