¡A MOVER LAS CACHAS!
Ya te dije que sos creadora de tu realidad, de la salud de tu templo. Somos un todo: cuerpo, mente, espíritu. Cada emoción, cada pensamiento, lo que decís y todo lo que estimula tus sentidos generan una química determinada. Vos producís tu química interna, y ese es tu mejor remedio. Al tomar conciencia de esto, TODO CAMBIA, nos volvemos responsables de nuestro bienestar.
Para que sigas entendiendo hasta qué punto sos responsable de tu realidad, te voy a contar qué sucede cuando se liberan estos neurotransmisores en tu templo, como nos explica el neurocientífico Alex Korb en su libro La espiral ascendente: usando neurociencias para revertir el curso de la depresión.
Acordate de que los remedios no son inofensivos y que todos tienen efectos secundarios, colaterales, bilaterales, adversos y, además, ¡cuestan plata!
Dopamina
Reduce la ansiedad, mejora el ánimo y nos mantiene motivados. Se genera haciendo ejercicio físico, practicando la gratitud, recordando lindos momentos y viendo fotografías que nos conectan con estados de alegría.
Serotonina
Reduce los malos hábitos, aumenta la capacidad de decisión y mantiene el equilibrio de nuestro estado de ánimo. Se genera tomando sol, haciendo actividades a la luz del día, siendo optimista, siendo positiva, alimentándose saludablemente.
Melatonina
Mejora la calidad del sueño. Se genera tomando sol, haciendo actividades a la luz del día.
Noradrenalina
Reduce el estrés y la pena. Mejora la capacidad de pensar y enfocarse. Se genera con masajes, practicando yoga y haciendo actividad física.
Oxitocina
Es la hormona del amor. Produce buenos sentimientos, confianza, conexión, compasión. Permite dar a luz y la producción de leche materna. Se genera con abrazos, besos apasionados, teniendo relaciones sexuales con amor, al recibir regalos, cuando sentimos apoyo social.
Gaba
Reduce la ansiedad y aumenta el estado de relajación. Se genera meditando, estando en el presente, tomando decisiones, respirando lento y profundo, comiendo almendras.
“El cuerpo cree en lo que le dice la mente.” Esta es la premisa del último libro de Joe Dispenza, el científico que cautivó al mundo en el impactante documental ¿Y tú qué sabes? A esta idea, el mundo médico la llama efecto placebo.
Hay personas que toman una pastilla sin componente activo, pero al estar convencidas de que eso las va a curar, en un alto porcentaje, efectivamente se curan. ¡Así de poderosa es tu creencia! Dispenza afirma que esto es así porque los pensamientos y las emociones modelan constantemente cada una de nuestras células. Basta creer que es posible para que el milagro empiece a desencadenarse. Al cambiar tu estado interno, cambia tu realidad externa. ¡Maravilloso, ¿verdad?!